sábado, 8 de agosto de 2009

Y de nuevo Juego al vaivén de las olas, a la hora perfecta de la soledad eterna, a tu aparición repentina, de la nada, al trago amargo de la fe, de la esperanza.
Vuelvo a mis antepasados, a mis andanzas, a probar cada una de las gotas amargas de los sueños. Vuelvo a creer en los mitos y en las hadas, en lo que fue y en lo que pudo ser. Vuelvo a creer que ayer mi alma vivía por la sangre ardiente que se hallaba en mí, por aquellos que no están y que hoy se añoran, Vuelvo a creer en el pasado injusto de completa locura y creo y creo, porque el viento hacia el norte me lo pide.
Creo en el corazón y en el mar, creo en el que se va y en el que no está, creo en el aire y en el fuego…
Vuelvo y creo que sí es, aquella imagen guardada en mi más profundo secreto, creo en tu redención repentina y en tus ganas de mí, creo en el símbolo eterno de la luz y del sol. Creo que puedo, olvidarte y no amarte, puedo y quiero porque tu amar no es sincero, tan solo un huracán de agua dulce, de frio pensar… Así te creo y Así te olvido…

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