No sé, pero escucho aquella voz reluciente que se esconde
dentro de lo más profundo del mar, escucho el sonido del coral desesperado, que inundándose de ansias quisiera gritar, escucho el palpitar de un maúllo ardiente de anhelados sucesos, escucho el llanto de una voz débil que pide agritos que la entiendan, ¿Por qué todo pasó?, ¿Por qué todo fue?, déjame ir y seré yo el que con mi mano recoja el fuego que has dejado, ¿Por qué no te quedaste a mi lado?, si sólo eras un huracán inestable por los comentarios burdos de viejos agónicos, de aquellos que no aceptaron lo nuestro...
mi favorito
ResponderEliminarcon sus ocho letras